El amoníaco verde: ¿la clave para la transición energética en Chile?

En conversación con Biobío, se analizó el potencial del amoníaco verde en Chile, destacando su rol como un vector energético crucial. La discusión, en la que participaron, Enzo Sauma, profesor de la Escuela de Ingeniería UC, y Pamela Delgado, Directora Ejecutiva del Instituto Milenio en Amoníaco Verde, se enfocó en los desafíos y oportunidades para impulsar esta prometedora industria, según el estudio planteado en el libro Propuestas para Chile 2024.
La apuesta de Chile por el amoníaco verde
En la estrategia nacional de hidrógeno verde, Chile se posiciona como un líder mundial gracias a su vasto potencial en energías renovables. Sin embargo, el transporte y almacenamiento del hidrógeno son extremadamente complejos y costosos. Aquí es donde entra en juego el amoníaco verde. Como explicó el profesor Enzo Sauma, su facilidad para ser transportado lo convierte en el “caballo de batalla” para exportar energía renovable a larga distancia.
Los desafíos regulatorios
Pamela Delgado complementó la discusión destacando que la mayoría de los proyectos de hidrógeno verde en el país son de amoníaco verde y tienen como objetivo la exportación. Ambos panelistas coincidieron en que uno de los principales obstáculos para el desarrollo de esta industria es el marco regulatorio actual. El amoníaco está clasificado como una “sustancia peligrosa”, lo que restringe la construcción de plantas de producción y almacenamiento. Para superar esta barrera, Sauma propuso dos medidas clave:
- A corto plazo: Declarar el amoníaco como un combustible, alineando su regulación con la de otros vectores energéticos.
- A largo plazo: Revisar la normativa para que se centre en la gestión de riesgos en la producción y almacenamiento, en lugar de en el uso final del producto.
Más que exportación: construir una industria nacional
El profesor Sauma también planteó la visión de ir más allá de la mera exportación. Argumentó que el país debe aprovechar la oportunidad para desarrollar una cadena de valor completa, utilizando el amoníaco como base para fabricar productos como fertilizantes a nivel local. Esto no solo crearía nuevos mercados, sino que también fortalecería la industria chilena y reduciría la dependencia de importaciones.
Puedes escuhar la conversación completa aquí:

