Evaluación de proyectos de inversión es esencial para la toma de decisiones
Los recursos son siempre escasos en relación con todas las necesidades, problemas y oportunidades que los requieren. Eso ya lo hemos escuchado muchas veces y es un desafío para las empresas y organizaciones, con y sin fines de lucro, optimizar el uso de sus recursos. Esta realidad impone la realización de una priorización de las alternativas posibles y para esto la ayuda de la evaluación de proyectos de inversión es fundamental, dado que nos permite tener información que apoye la toma de decisiones.
La evaluación de proyectos de inversión inicia con un análisis del problema u oportunidad y de la forma como la inversión bajo evaluación se alinea con la estrategia de la empresa u organización, así como también de su entorno. A partir de este análisis, se realiza un levantamiento de información que permite, bajo algunos supuestos, la estimación y proyección de los flujos futuros asociados al proyecto. En este sentido, la mayor dificultad está en proyectar los ingresos o ahorros futuros que podrá generarse con el proyecto evaluado. De igual forma, es desafiante determinar por cuánto tiempo se proyectarán estos flujos, cómo se les dará un valor terminal y cuál es la tasa de descuento relevante y adecuada al nivel de riesgo involucrado, y con la que se descontarán los flujos proyectados, haciéndolos comparables entre sí.
Por ejemplo, si debemos decidir si implementar o no una nueva línea de negocio, se deberá estimar el monto de la inversión requerida para llevar a cabo este proyecto. Además, se deberán proyectar los ingresos por venta que se espera se generen, así como también, los costos asociados a esos bienes vendidos. Por otra parte, se deberán estimar los gastos de administración y ventas asociados a esta nueva línea de negocio y el incremento en el capital de trabajo requerido. Cada uno de estos ítems del flujo de caja debe ser proyectado para un número de años determinado.

Por otra parte, se debe establecer la forma como se estimará el valor del proyecto después del horizonte analizado (número de años en los que se han calculado los flujos de caja del proyecto). Existen diversas formas de estimar el valor terminal del proyecto. Algunas de estas formas pueden ser muy optimistas y otras más bien conservadoras. La forma usada dependerá del tipo de proyecto, el grado de innovación que involucra, las características de la industria, el número de competidores, el tipo de consumidores, etc.
Una vez que se tienen todos los flujos de caja, y para hacerlos comparables, se deben descontar a una tasa de descuento adecuada para la industria, el proyecto y su riesgo. A partir de los flujos de caja descontados se calcula el Valor Presente Neto (VPN) del proyecto de inversión. Además del VPN, se pueden determinar diversos indicadores, como la tasa interna de retorno, la rentabilidad sobre la inversión y el payback. Estos, y otros indicadores, permiten comparar todas las alternativas de inversión que enfrenta la empresa u organización y facilitan la toma de decisiones.
Como se puede apreciar, la estimación y proyección de los flujos de caja de un proyecto de inversión están sujetas a diversos niveles de incertidumbre. Para lidiar con esta incertidumbre el evaluador debe realizar múltiples supuestos. Así, la validez de la evaluación de un proyecto depende principalmente de la validez de sus supuestos.
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Este artículo fue publicado el día martes 4 de noviembre, en El Mercurio.