Escuela de Ingeniería

El calor es un problema de salud pública: ¿Qué podemos hacer al respecto?

El calor es un problema de salud pública: ¿Qué podemos hacer al respecto?

En una reciente conversación con Radio 13C, Luis Abdón Cifuentes, profesor del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la Escuela de Ingeniería y experto en políticas públicas y salud climática, presenta las alarmantes conclusiones de una investigación que redefine cómo entendemos el impacto del cambio climático en nuestra salud. La nueva realidad es que el calor extremo se ha convertido en una causa de muerte más letal que el frío, una de las principales revelaciones del estudio de Cambio Climático y Salud en Chile realizado por BUPA en colaboración con el Centro de Cambio Global UC.

El problema: cuando la temperatura se convierte en riesgo

El aumento de las temperaturas globales ya tiene un efecto tangible. Luis Cifuentes señala que existe un punto de inflexión crítico, una especie de umbral térmico de 28 grados Celsius, a partir del cual el calor genera un impacto más inmediato y adverso en nuestra salud. Este problema es global y sus consecuencias son evidentes en fenómenos como el desplazamiento de la producción agrícola hacia regiones más frescas, y el surgimiento de refugiados climáticos, personas que se ven forzadas a migrar debido a condiciones extremas. Este último punto subraya que el calor no es una simple molestia, sino un factor que redefine la geografía humana y la salud pública.

Las soluciones: mitigación a nivel personal y colectivo

Afortunadamente, no solo identifica el problema, sino que también ofrece un camino a seguir. La solución al calor mortal requiere un enfoque en dos frentes:

1. Soluciones personales y cotidianas:

  • Protección solar y vestimenta adecuada: medidas sencillas como usar protector solar y ropa protectora pueden reducir drásticamente los riesgos de enfermedades relacionadas con el calor y el cáncer de piel.
  • Refugios climáticos: buscar espacios con aire acondicionado, como centros comerciales o bibliotecas, puede ser un salvavidas durante las olas de calor. Estos lugares actúan como refugios temporales que ayudan al cuerpo a regularse

2. Soluciones comunitarias y políticas:

  • Infraestructura verde: la inversión en más espacios verdes y áreas con sombra no solo embellece las ciudades, sino que también reduce las temperaturas urbanas y ofrece un respiro a los ciudadanos.
  • Educación y políticas de salud: es crucial que las autoridades difundan información sobre los riesgos del calor y establezcan políticas públicas que protejan a las poblaciones más vulnerables, desde alertas tempranas hasta la adaptación de la infraestructura.

Un llamado a la acción consciente

Así, Luis Cifuentes deja claro que la situación no se resolverá por sí sola. El calor como problema de salud pública es una realidad que exige una respuesta coordinada y proactiva. Tomar medidas a nivel individual es importante, pero la verdadera transformación vendrá de la mano de políticas estratégicas que reconozcan y mitiguen los efectos letales del calor extremo. El futuro de nuestra salud y la habitabilidad de nuestro planeta dependen de ello.

Edificio Raúl Devés UC
Miniatura del video

¡Conoce nuestra oferta en el área de Marketing, ventas y UX/CX!

Ingeniería Industrial